Pulso IA #2 | ¿Y si ya no hiciera falta contratar a nadie?
El latido semanal del ecosistema de inteligencia artificial
El CEO de Shopify pone una nueva regla: no contratar a nadie si la IA puede hacer el trabajo.
Mientras tanto, esta semana la IA ha dado un giro silencioso: menos hype, más estructura. Las empresas ya no se preguntan si la inteligencia artificial sirve, sino cómo reconfigurar procesos enteros en torno a ella.
🗞️ En este número:
OpenAI frena GPT-5 para hacerlo aún más ambicioso
ChatGPT se conecta con Google Drive y Slack
Grok incorpora búsqueda profunda y edición por texto
Claude 3.7 introduce pausas para razonar mejor
Shopify exige justificar cada nueva contratación frente a la IA
Dato clave: la IA abierta ya casi iguala a la cerrada
Clipto.ai transcribe y organiza entrevistas
Reflexión: la IA deja de impresionar y empieza a estructurar
Pulso de la semana
La inteligencia artificial ha entrado en una fase de madurez más compleja: menos anuncios espectaculares y más ajustes finos que redefinen el uso real de los modelos.
OpenAI retrasa GPT-5, pero lanza versiones intermedias que ya rivalizan con los mejores codificadores humanos. Claude aprende a “pensar antes de actuar”. Grok mejora su capacidad de búsqueda y edición. Y los CEOs empiezan a exigir que se justifique cada nueva contratación frente a lo que puede hacer la IA.
El ritmo no se ha frenado: se ha vuelto más quirúrgico, más estratégico y, quizá, más decisivo.
A continuación, lo más destacado de la semana.
Latidos de la semana
OpenAI retrasa GPT-5 (y eso dice mucho más de lo que parece)
OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, ha anunciado que el esperado modelo GPT-5 no saldrá tan pronto como se pensaba.
En lugar de lanzar GPT-5, OpenAI presentará en las próximas semanas dos versiones intermedias: o3 y o4-mini. Estos modelos estaban previstos como piezas internas de GPT-5, pero han resultado tan potentes que se lanzarán por separado. Según pruebas internas, el modelo o3 tiene un rendimiento equiparable al de un programador de primer nivel.
Lo interesante aquí no es solo el retraso, sino lo que revela: que OpenAI no quiere simplemente iterar, sino dar un salto cualitativo. Las razones del cambio de rumbo son tres:
Unificación compleja de muchas capacidades (visión, texto, razonamiento) en un solo sistema.
Escalado técnico, para soportar una demanda global sin precedentes.
Ambición renovada, al comprobar que los resultados están superando las expectativas iniciales.
La gran lección: en esta carrera, no gana quien lanza más rápido, sino quien construye con visión de futuro. OpenAI quiere que GPT-5 no sea solo un nuevo modelo, sino una plataforma para los próximos cinco años de IA.
ChatGPT se conecta con tus herramientas
Una de las grandes limitaciones de los chatbots actuales es que viven en burbujas: pueden razonar, generar texto o resumir información… pero no tienen acceso a tu entorno real de trabajo. Eso está a punto de cambiar.
OpenAI está probando una nueva función llamada ChatGPT Connectors, que permitirá conectar el chatbot con plataformas externas como Google Drive, Slack o Notion. ¿Qué significa esto? Que ChatGPT podría, por ejemplo, resumir las notas de una reunión sin que tú tengas que copiar el texto, o buscar un dato dentro de un informe de 100 páginas sin que lo subas manualmente cada vez.
La clave de esta integración es que permite a la IA dejar de ser una herramienta generalista para convertirse en una asistente operativa, dentro de tu flujo real de trabajo.
Este tipo de avances apunta a un futuro muy cercano en el que la IA dejará de estar “en una web” para estar en todas partes donde trabajas: tus carpetas, tus documentos, tus chats, tus flujos de datos.
Es el paso que muchos esperaban: pasar de un juguete brillante a una infraestructura invisible y poderosa, como lo es hoy internet o la electricidad.
Grok 3 evoluciona: búsqueda de calidad y edición de imágenes con texto
La inteligencia artificial de Elon Musk, llamada Grok, sigue dando pasos importantes para competir con ChatGPT y otros grandes modelos. En su última actualización, Grok ha incorporado dos funciones nuevas: DeeperSearch y edición de imágenes mediante texto.
La primera, DeeperSearch, representa un cambio de filosofía. Mientras la mayoría de buscadores basados en IA priorizan la velocidad, esta nueva función apuesta por buscar menos, pero mejor: en lugar de rastrear cientos de sitios rápidamente, Grok se detiene más tiempo en fuentes de alta credibilidad, intentando ofrecer respuestas más fiables y con menos ruido.
Esto puede parecer un cambio técnico menor, pero apunta a una tendencia clara: la IA no solo debe ser rápida, también debe ser rigurosa.
La segunda novedad es aún más visual: Grok ahora permite editar imágenes mediante instrucciones de texto. Puedes subir una foto y decirle “haz el cielo más azul” o “elimina este objeto” y la IA lo hará por ti. Esta función se parece mucho a lo que ofrecen modelos de Google o Adobe, pero ahora está integrada en la app de X (antes Twitter) y en Grok directamente.
El movimiento de Musk es claro: convertir su ecosistema (X, Grok, xAI) en una alternativa autosuficiente a los gigantes actuales. Con búsqueda, texto, imágenes y red social bajo el mismo techo, su apuesta por una “superapp con IA” se va consolidando.
Claude 3.7 aprende a pensar antes de actuar
Uno de los mayores retos de la inteligencia artificial no es generar respuestas, sino saber cuándo no responder todavía. La última actualización del modelo Claude, de la empresa Anthropic, introduce una función innovadora llamada “think tool”, diseñada precisamente para eso: para que la IA haga una pausa, reevalúe y corrija su rumbo antes de terminar una tarea.
Hasta ahora, los modelos de lenguaje como ChatGPT o Claude funcionan generando texto de forma secuencial: piensan todo al principio y luego escupen una respuesta.
Con esta nueva herramienta, Claude 3.7 puede detenerse a mitad de proceso, revisar lo que ha hecho, y continuar de forma más precisa. Es una forma de razonamiento más parecida a cómo pensamos los humanos cuando resolvemos problemas paso a paso.
¿La lectura estratégica? Estamos entrando en una nueva etapa: ya no se trata solo de “decir cosas inteligentes”, sino de razonar con cuidado, saber cuándo dudar y tener la capacidad de corregirse a tiempo.
¿Contratar a alguien? Solo si no puedes hacerlo con IA
En un memo interno filtrado esta semana, Tobi Lütke, CEO de Shopify, ha establecido una nueva regla para su equipo: no se podrá contratar a nadie nuevo si no se demuestra antes que la tarea no puede resolverse con inteligencia artificial.
La frase es potente, pero lo que representa lo es aún más: la IA ya no es un complemento, es el punto de partida. Para Lütke, cualquier proyecto o necesidad dentro de la empresa debe enfrentarse primero con las herramientas de IA disponibles. Solo si estas no alcanzan, se plantea incorporar a una persona.
Esta postura, que hasta hace poco parecería radical, está empezando a volverse común. De hecho, según datos recientes, uno de cada cuatro empleos tecnológicos ya exige experiencia con herramientas de IA.
La clave no es solo tecnológica, sino cultural: estamos pasando de un modelo donde la IA era una ventaja competitiva a uno en que es la base mínima para operar.
Cifra de la semana
1,7%.
Esa es la diferencia actual entre los mejores modelos de inteligencia artificial creados por grandes empresas privadas y los modelos abiertos al público.
Hace solo un año, esa brecha era del 8%. Es decir, los modelos abiertos —como los que puedes usar sin pagar o incluso descargar— están alcanzando muy rápido a los modelos más potentes de empresas como OpenAI o Anthropic.
Según el último informe de Stanford, China también está recortando distancias: sus modelos ya rinden igual que los estadounidenses en muchas pruebas clave, a pesar de haber recibido 12 veces menos inversión.
Esto muestra dos tendencias importantes:
La inteligencia artificial se está democratizando: ya no hace falta tener miles de millones para crear un modelo competitivo.
La competencia global se intensifica: Estados Unidos sigue liderando, pero China se acerca rápido.
Y sobre todo, nos deja una pregunta clave para los próximos años:
¿El futuro de la IA será algo que controlen unas pocas empresas, o algo que pueda usar cualquiera?
Herramienta de la semana
Clipto.ai
Clipto.ai es una herramienta que simplifica una de las tareas más tediosas para cualquier profesional: transcribir entrevistas y conversaciones.
Solo tienes que subir un audio o vídeo, y Clipto lo convierte en texto de forma precisa y rápida. Pero no se queda ahí: también te ayuda a resumir, etiquetar ideas clave y organizar la información para que puedas usarla con más claridad y eficacia.
Es especialmente útil para creadores de contenido, consultores o cualquier persona que trabaje con testimonios, reuniones o material grabado. Además, permite hacer búsquedas en lenguaje natural tipo: “¿Dónde se habló de marketing digital?” o “¿Qué dijo esta persona sobre precios?”
Lo interesante de Clipto no es solo que ahorra tiempo, sino que convierte el caos de la información en algo más limpio, útil y accionable.
Reflexión final
Cada semana la IA trae nuevas funciones, modelos y titulares. Pero si uno afina la mirada, empieza a ver otro tipo de movimiento: el cambio de fondo ya no es técnico, sino cultural.
Las empresas comienzan a reorganizarse en torno a la IA, los productos se diseñan con inteligencia artificial desde el principio, y los profesionales que antes veían estas herramientas como un extra, ahora las consideran parte esencial de su flujo de trabajo.
Estamos pasando de una fase de exploración a una de normalización. La IA ya no sorprende: se espera.
Y eso cambia todo. Porque cuando la novedad desaparece, lo que queda es lo importante: cómo la usamos, con qué criterio, y para qué fin.
— El equipo de Amplify
💬 ¿Te ha resultado útil esta edición? Puedes responder a este correo y contarnos cómo estás usando la IA en tu día a día.
📩 Y si te ha llegado reenviado, suscríbete aquí para recibir Pulso IA cada semana.