Pulso IA #32 | LA IA nos lleva al espacio exterior
La publicación semanal de Amplify: claridad, estrategia y comunidad para ampliar tu ventaja con inteligencia artificial.
Buenos días,
Espero que tengas un buen arranque de semana.
¿El planeta se nos queda pequeño? Parece que estamos cruzando nuevos límites: físicos y simbólicos. Porque Google planea lanzar centros de datos al espacio.
Y mucho más.
🗞️ En este número:
Google quiere poner la nube literalmente en órbita.
Kimi K2 Thinking supera a GPT-5 y redefine el estándar open-source.
ChatGPT mata la carta de presentación… y el filtro de talento.
Wabi crea un “YouTube de apps”.
OpenAI lanza Agent Mode en su navegador Atlas.
Y una pregunta inevitable: ¿quién se beneficiará realmente del auge de la IA en el empleo?
Cada semana curamos las noticias más importantes para ti.
Pero en Amplify Premium compartimos los análisis, frameworks y herramientas que te preparan para decidir con ventaja en los próximos 24 meses.
Latidos de la semana
Google lanza la computación al espacio
Project Suncatcher explora una idea que parece ciencia ficción: data centers solares orbitando la Tierra, siempre expuestos al sol y sin depender de la red eléctrica.
La promesa: eliminar emisiones, reducir costes energéticos y liberar al planeta de la carga de sus servidores. Elon Musk y Jeff Bezos ya han respaldado el proyecto.
Más allá del impacto técnico, la apuesta revela algo mayor: la infraestructura digital está dejando de ser terrestre. En un mundo donde los límites físicos se disuelven, el control de la energía (y del flujo de datos) se convierte en la nueva soberanía.
Kimi K2 Thinking supera a GPT-5
El modelo Kimi K2 Thinking, creado por Moonshot AI, acaba de sacudir el panorama: supera a GPT-5 y Claude Sonnet 4.5 en tareas de razonamiento, código y autonomía.
Con una arquitectura Mixture-of-Experts de un billón de parámetros y un coste por token 10 veces menor que GPT-5, K2 Thinking ejecuta hasta 300 llamadas secuenciales a herramientas y maneja contextos de 256k tokens sin perder coherencia.
Además, sus procesos de pensamiento son transparentes: muestra las trazas de su razonamiento paso a paso.
Está disponible bajo una licencia abierta y comercial (open source), lo que marca el inicio de una nueva fase: la inteligencia abierta ya no es sinónimo de inferioridad.
Wabi, el “YouTube de las apps”
La startup Wabi acaba de levantar 20 millones de dólares para crear una red social de mini-apps generadas con prompts.
Los usuarios describen una idea (“una app para planificar viajes entre amigos”), y la plataforma se encarga de todo: interfaz, base de datos y despliegue.
Wabi representa una tendencia clara: la creación de software se está volviendo conversacional. En lugar de programadores, habrá curadores, diseñadores de intención, y arquitectos de flujos.
ChatGPT mató la carta de presentación
Una carta de presentación perfecta ya no dice nada.
Con ChatGPT, cualquiera puede redactar un texto impecable en segundos, y eso está rompiendo el filtro de mérito que las empresas usaban durante décadas.
Un estudio de Princeton y Dartmouth muestra que tras la adopción de IA en procesos de selección, los candidatos con más talento eran contratados un 19 % menos, y los de menor nivel un 14 % más.
El resultado: menos meritocracia, más ruido.
Algunas compañías están volviendo a las entrevistas presenciales; otras exigen pruebas de dominio de IA.
En cualquier caso, el mensaje es claro: cuando el lenguaje se estandariza, la autenticidad se convierte en escasez.
OpenAI presenta Agent Mode para Atlas
OpenAI ha habilitado un modo agente en su navegador Atlas.
Ahora ChatGPT puede actuar dentro del navegador: investigar, reservar, comprar o coordinar tareas en tu nombre.
De momento es una vista previa para usuarios Plus, Pro y Business.
Atlas marca un punto simbólico: el paso del “copiloto” al operador autónomo. El riesgo, por supuesto, es el mismo de siempre: cuanto más delegas, más necesitas criterio para supervisar.
En profundidad
Cuando la economía flota sobre una ilusión de inteligencia
Durante meses, los mercados han tratado a la IA como una póliza de seguro contra la recesión.
Mientras la vivienda y la manufactura entran en contracción, el Tesoro estadounidense admite que “sectores enteros ya están en recesión.” Solo en octubre se recortaron 153.000 empleos, el peor dato desde 2003.
Aun así, las menciones de “AI” en los informes trimestrales del S&P 500 superaron las 10.000, el doble que hace año y medio.
El fenómeno tiene algo de anestesia colectiva: la economía real se debilita, pero el relato tecnológico la mantiene en pie.
Empresas que jamás construirán modelos fundacionales se revalorizan con solo mencionar la palabra “AI”. Los fondos fluyen hacia infraestructura, chips y agentes, como si el futuro estuviera garantizado.
Jensen Huang (Nvidia) advierte que China podría ganar la carrera gracias a costes energéticos más bajos y regulaciones más ligeras, mientras BNP Paribas reconoce que “la IA ha mantenido a la economía fuera de la recesión”.
Pero si esa afirmación es cierta, el riesgo es doble: ¿qué ocurre cuando el entusiasmo se agote?
No sería la primera vez que confundimos eficiencia con salvación.
Las burbujas no nacen del engaño, sino de la fe: la fe en que la productividad sustituirá la política, o que la automatización reemplazará la estrategia.
Hoy la IA no está resolviendo la crisis económica; la está disimulando.
Y cuando el espejismo se disuelva, veremos qué queda en pie: si las empresas con narrativa o las que realmente aprendieron a crear valor más allá de los algoritmos.
En Amplify lo vemos así: el futuro no pertenece a quienes predicen con IA, sino a quienes piensan con IA sin dejar de pensar.
Herramienta de la semana
ChatGPT Company Knowledge
OpenAI acaba de lanzar Company Knowledge para usuarios Business, Enterprise y Edu.
La función conecta ChatGPT con tus herramientas internas (Slack, Drive, Notion, GitHub, SharePoint, etc.) para responder con contexto real de tu empresa: documentos, tickets, mensajes o informes.
Cada respuesta viene con citas directas a las fuentes originales.
Es una de las integraciones más potentes hasta la fecha: GPT-5 interpretando tus sistemas como si fueran una sola base de conocimiento. Privacidad, permisos y control total están asegurados (al menos, según OpenAI).
Más que una función, es el primer paso hacia un sistema operativo empresarial centrado en lenguaje natural.
Pregunta de la semana
La paradoja del nuevo trabajo: todos temen perderlo, pero: ¿quién sabe cuál será el próximo?
El discurso sobre el futuro laboral parece polarizado entre dos extremos: la automatización total o la resistencia nostálgica.
Pero lo que realmente está ocurriendo es más sutil, y más interesante. Las empresas no solo están sustituyendo empleos: están inventando nuevos lenguajes de trabajo.
Según LinkedIn, el puesto de más rápido crecimiento de 2025 fue AI Engineer, pero los datos más reveladores llegan de Autodesk: los empleos que más crecen son AI Designer, AI Coach, AI Product Manager, AI Strategist y AI Ethics Officer.
Es decir, funciones que no construyen modelos, sino que interpretan su impacto.
El mercado ya no premia la técnica pura, sino la capacidad de traducir entre sistemas humanos y sistemas artificiales.
Los próximos profesionales valiosos no serán los que sepan programar prompts, sino los que entiendan cómo orientar una decisión algorítmica hacia un resultado humano.
Esta es la verdadera transición: del trabajo de ejecución al trabajo de traducción.
Y esa traducción no solo será funcional, sino filosófica: cómo preservar sentido, contexto y propósito en un entorno donde las máquinas aprenden más rápido que nosotros.
En Amplify creemos que esa es la frontera más rentable del conocimiento: usar la IA para ampliar la conciencia, no para delegarla.
La pregunta, entonces, no es si la IA te quitará el trabajo. La pregunta es si aprenderás a pensar en un lenguaje que ella todavía no domina: el de la intención.
— El equipo de Amplify
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